ASOCIACIÓN EL VOLCÁN

El familiar como agente de ayuda en la prevención del suicidio

El Volcán, en su idea de hacer llegar los temas de mayor interés sobre salud mental, organizó una charla sobre el papel de la familia y su ayuda en la prevención del suicidio.

Alberto Hernández, psicólogo y presidente del Teléfono de la Esperanza en Aragón, habló sobre los mitos y realidades en este tema, así como de los factores protectores y de riesgo.
Fundamental interpretar estas señales de alarma:
 
  • Sentimientos de impotencia, inutilidad, fracaso, pérdida de autoestima
  • No responder a los elogios
  • Dificultades para comer y dormir
  • Mostrar cambios radicales de ánimo o de conducta
  • Alejamiento de amistades y relaciones sociales
  • Perder interés por las aficiones, estudio o trabajo
  • Indiferencia y falta de voluntad para realizar actividades
  • Regalar sus posesiones más preciadas
  • Correr riesgos innecesarios
  • Pérdida de interés por su apariencia y autocuidados deficientes
  • Aumento de consumo de bebidas alcohólicas o drogas
  • Cierre de asuntos pendientes
  • Creer que el sufrimiento es tan grande que no puede con él

La persona que se encuentra en riesgo de suicidio manifiesta sentimientos de incapacidad para superar el dolor, pensar claramente, tomar decisiones, ver alternativas, dormir, comer o trabajar. No puede salir de su estado depresivo, escapar de la tristeza o imaginar un futuro sin sufrimiento. La valoración de sí mismo o de controlar la situación es ínfima. 

Seguro que todos nos preguntamos qué no hacer y qué hacer ante estas señales:
 
  • Nunca juzgar ni cuestionar si el suicidio es o no correcto
  • No reprocharle su manera de pensar o actuar
  • No criticar, no discutir, no utilizar sarcasmos ni desafíos.
  • No minimizar la situación que está viviendo
  • No dar consejos fáciles
  • No controlar excesivamente
  • Hablar con él/ella claramente sobre el suicidio
  • Expresar tu preocupación
  • Mostrar disponibilidad para escucharle. Dejar que la persona hable de sus sentimientos
  • Ofrecer apoyo y mostrar calma
También dedicó la última parte de la charla a las autolesiones, llevadas a cabo para reducir la angustia psicológica.
La autolesión es un lenguaje específico de dolor que comunica el sufrimiento del pasado y el trauma actual, que se expresa en voz alta mediante la repetición de lesiones infligidas en el propio cuerpo, que representan las lesiones ocasionadas por la situación traumática original
suicidio1
El ciclo de la autolesión sería el siguiente:
 
  • Autolesión
  • Alivio
  • Calma
  • Relajación
  • Vergüenza
  • Estigma
  • Abandono
  • Frustración
  • Ansiedad
  • Rabia
  • Tensión
  • Nueva autolesión
  •  
La consecuencia inmediata de la conducta autolesiva sería, en principio, sentirse vivo, dispuesto a actuar; aclarar la mente y liberar endorfinas, reducir la tensión y producir una falsa calma, relajación e incluso sueño. Pero las consecuencias tardías se manifiestan en sentimientos de culpa, aislamiento, abandono, vergüenza y estigma.